El término en inglés “high involvement products” (en español, productos de alta implicación) hace referencia a aquellos productos con los que el consumidor se involucra profundamente. Un ejemplo muy común de high involvement products son los automóviles o los inmuebles, ya que el comprador de estos bienes debe plantearse muchas cuestiones y verificar muchas variables durante el proceso de compra. Para la venta de este tipo de productos, la capacidad del vendedor tiene una importancia fundamental.