La compra por impulso es un comportamiento de consumo que difiere del comportamiento normal y que se produce cuando una persona realiza una compra sin el suficiente análisis o maduración, llevado por un impulso que tiene más que ver con lo emocional que con la necesidad real de compra. Muchas acciones de marketing se orientan a producir este tipo de impulso en los consumidores para incrementar las ventas. Este tipo de comportamiento puede ser inducido más por el merchandising y las promociones en los locales de venta, que por la publicidad tradicional.