Se denominan “barreras de salida” a las trabas u obstáculos que puede encontrar una compañía cuando pretende abandonar un mercado o un sector de la industria. Estas barreras de salida no solo pueden originarse en el perjuicio económico o en aspectos internos de la propia compañía (empleados, organigrama, etc.), sino también en presiones gubernamentales, compromisos comerciales o la presión del propio mercado.